El techo del sótano de este edificio se derrumbó como consecuencia de problemas originados por las instalaciones de saneamiento y por las humedades procedentes de la cárcava posterior.
Hemos rehabilitado una bodega medieval tras analizar en profundidad todas las posibles filtraciones procedentes de diferentes puntos.
Después de recuperar y reforzar la estructura de madera de roble, se han tenido en cuenta la cárcava medieval, el sistema de saneamiento general e individual, así como la terraza del edificio colindante, con el fin de garantizar la estabilidad y funcionalidad del conjunto. Tras las reparaciones de fontanería, se retiró el antiguo mortero de cemento y se dejó la piedra vista, utilizando mortero de cal.
El mortero de cal permite el secado de los muros de carga que habían permanecido húmedos durante años, y este proceso de secado se ha complementado con un sistema de ventilación mecánica, maximizando la durabilidad y estabilidad del material. En la ejecución del proyecto, nuestro objetivo ha sido combinar historia y funcionalidad, manteniendo la esencia original del espacio y garantizando la sostenibilidad de las intervenciones realizadas.