La vivienda estaba dividida en dos partes: una de ellas estaba conectada con el sótano, y la otra era un pequeño apartamento para una pareja. Los clientes querían unir ambas partes y crear un nuevo espacio para dar cabida al crecimiento de su familia.
El proyecto es un ejemplo de rehabilitación integral en un edificio antiguo, en el que hemos combinado tradición y modernidad para crear un espacio con personalidad.
Se han dejado a la vista los principales elementos de la estructura de madera original del edificio, ganando altura en la vivienda y aportando mayor calidez y confort a los espacios. La calidez de la madera natural confiere al ambiente una identidad y una armonía únicas.
Hemos propuesto una nueva distribución interior que unifica la cocina y el salón, y se ha creado un espacio de almacenamiento integrado en el pasillo para guardar cómodamente los productos de limpieza y la lavadora. Esta solución funcional optimiza el uso del espacio, manteniendo una estética cuidada y práctica.