El caserío se encontraba en mal estado, el tejado estaba a punto de derrumbarse. La estructura estaba muy dañada y detectamos la presencia de termitas.
Uno de los pilares del proyecto ha sido poner en valor la estructura y los elementos originales del caserío. Se ha puesto de manifiesto la historia del edificio y se han proyectado una nueva vivienda confortable y un txoko en su interior.
Se ha realizado un estudio integral de la estructura para sustituir las piezas dañadas. La prioridad ha sido reparar las filtraciones de agua que habían provocado la degradación de la estructura de madera: se ha ejecutado una nueva cubierta, se ha rematado correctamente la unión con el hastial y se ha instalado un sistema de drenaje en la base del caserío. De este modo, eliminando las fuentes de humedad, se ha garantizado la durabilidad de la nueva estructura de madera. También se han tomado medidas contra las termitas y se ha tratado la estructura original para asegurar su estabilidad constructiva. El balcón de hormigón, que se encontraba en muy mal estado, se ha rehabilitado y sustituido por un sólido balcón de madera acorde con la tipología del edificio.
Se han incorporado nuevos acabados e instalaciones, se ha aislado térmicamente la vivienda, se han reparado las fachadas y se ha acondicionado el espacio exterior: hemos dado una nueva vida al caserío.